Elaborar el espacio de cultivo

Mesa de cultivo

Elaborar el espacio de cultivo

Si no hay superficie con tierra que sea cultivable, las mesas de cultivo es la ¡superficie ideal para disfrutar! es una opción práctica para las terrazas y patios de muchas casas. Las mesas tienen una profundidad de 20cm para que se pueda sembrar una gran variedad de hortalizas y resulta muy cómodo trabajar en ellas incluso para las personas mayores o con problemas de movilidad, ya que pueden cuidar las plantas sin agacharse e instalar ruedas a las patas.

Unas de las ventajas de cultivar en una mesa de cultivo es la rapidez en que empezamos el cultivo y asegurarse casi el 100% éxito de la cosecha si el sustrato que llenamos el recipiente es de calidad.

Para una familia de cuatro personas que desee proveerse de  hortalizas de consumo regular, será suficiente una parcela cultivada de entre 100-300m2. Con apenas 40 a 50 m2 se puede conseguir una elevada producción de hortalizas básicas: lechugas, coles, judías, tomates, calabacines, zanahorias, etc...

Pero en cuando deseamos cosechar algo para proveer tendremos que ampliar el área cultivada. Y si además de las verduras y hortalizas, desea árboles frutales, necesitaremos entre 300-500 m2, y así podríamos seguir si tenemos más ambición.

En función del espacio, antes de empezar a cavar, conviene tener muy claro cuál es el espacio disponible, los metros cuadrados que dedicaremos a cultivos, las características de la tierra, la orientación, las instalaciones (caseta de herramientas, el compostador, la disponibilidad de agua y el sistema de riego que emplearemos, la distribución y el sistema de cultivo a emplear.

Decidirse cuál es sistema de cultivo es elaborar mediante el uso de de azadas o palas amontonar tierra en forma surcos o bancales para determinar el lugar específico donde vamos a sembrar o plantar el cultivo.

La construcción de surcos ha sido la forma tradicional en el mediterráneo, debido a que el sistema más habitual de riego era por inundación. Los inconvenientes es la cantidad de horas de trabajo necesarias para remover la tierra con labores de mantenimiento de aporcar o descompactar la tierra ya sea con herramientas manuales o con una azada de rueda. Una ventaja en la lineación de los cultivos es su accesibilidad, pero a la vez al estar más expuestos hay más evaporación, y habrá que regar más a menudo. Aunque hay lugares que pueden ser útiles para evitar erosiones cuando hay lluvias torrenciales, pues los surcos drenan el agua con más facilidad y ayudan a evacuar los excesos de agua.

Hoy  día, con los sistemas de riego localizado, con cinta de riego o riego por aspersión, podemos prescindir de los surcos y sembrar y plantar en tierra llana.

El sistema de cultivo con bancales tienen la ventaja que aprovecha mejor el espacio disponible de siembra. Además de su elevación a 30 o 50 cm del nivel del suelo permite trabajarlos en posturas más cómodas.

En huertos pequeños las dimensiones ideales son de 1.5 m de ancho a 3 a 5 metros de largo. Los bancales de más de 6 metros de longitud son poco prácticos si hay que cruzar de un lado a otro.

 

bancales para huertos urbanos

Para la elaboración seguiremos los siguientes pasos:

1) Realizaremos sobre papel un esquema de distribución y dimensiones de los diferentes bancales que vamos a realizar.

2) Labrar bien la tierra con la Laya aireadora "grelinette", o una cavadora o motocultor si fuera necesario el espacio en el que se ubicará el huerto.

3) Con unas estacas, cordel y una cinta métrica, marcaremos sobre la tierra el perímetro de los bancales. Dejar unos pasillos de 60 a 70 cm de anchura para el paso. Si deseamos conseguir una distribución completamente precisa hay la opción de fijar el marco exacto de cultivo mediante las cajoneras de cultivo.

4) Con una pala tomamos tierra de los pasillos y la depositaremos y distribuyéremos uniformemente sobre los bancales hasta que hayamos conseguido la profundidad deseada (30-50 cm). Con las cajoneras evitamos el riesgo que el riego o la lluvia desparramen la tierra deformando el marco del bancal.

5) Los pasillos entre bancales pueden rellenarse con una capa de gravas o cortezas de pino – colocándolas debajo de una malla antihierba y con ello evitaremos tener que controlar la irrupción de hierbas.

6) Es rastrillar y nivelar la superficie llevando tierra de las partes altas a las bajas con la ayuda de un rastrillo hasta  alisar y despedregar la superficie de los bancales.

7) Los bancales están listos, en los que vayamos a trasplantar depositaremos sobre el bancal si es necesario 1 o 2 cm de compost.

8) Colocaremos la cinta de riego por goteo,..., conectados con una llave de paso a una manguera PE principal.


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